Quizás fué la lluvia
o el murmullo del viento
en mi costado izquierdo.
Quizás la cercanía
del frío del invierno.
Quizás.
Cuando palpé la tela
de mi vestido grueso
lo supe a hielo.
Pensé...¿Será mi vida
la nota de sol
en sus sentimientos?
Por si no era cierto
busqué en la página
del umbral de su memoria.
Había dicho:"Amor, despierta tu corazón
para que viva la realidad
en la latitud y longitud de mi existencia".
En el universo de su corazón,
en el preciso lugar anclé mi tiempo y mis sueños
y me quedé con él..., y me quedé con ellos.
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