Me hubiera bastado dejarte simplemente
pasar livianamente como tanto has pasado
pero el recuerdo apremia apetitos de la mente
que surgen por los poros creyéndolos marchados...
Y retornó el gemido de mi sentir profundo
rompió con mi silencio junto con mi presente
llevándome a esas noches que eternizamos juntos
y fuimos uno solo, en alma, cuerpo y mente...
Y me invadió de pronto el aroma de tu sexo
como un golpe invisible, y me rindió a tu lado,
esclava de la física del cóncavo y convexo
y dueña solamente de cuanto hubieras dado.
Y así quizá mil cosas que habíamos sepultado
resucitaron todas al sentirte a mi lado..
No hay comentarios:
Publicar un comentario